jueves, diciembre 22, 2022

De diseños y fantasías

a Eva 

El viernes 16 de diciembre de 2022 en el Hotel  Radisson Collection de Berlín un millón de litros de agua y varios cientos de peces tropicales fueron lanzados a la calle por la destrucción espontánea del mayor acuario cilíndrico del mundo. Era el AquaDom. 

La probable causa del colapso del gigantesco acuario es fatiga de material, según el diario Bild citado por DeutchWelle. Aunque no se descarta hipótesis relacionadas con las temperaturas bajo cero de la capital alemana, puesto que el gran acuario había estado en mantenimiento por dos años con un costo de 2.5 millones de euros. 

¿Nos estará diciendo algo mas profundo este desastre? 

Una primera aproximación, mas bien fantástica, nos impulsaria a pensar qué habría pasado por nuestra mente si hubiésemos sido uno de aquellos peces tropicales. Confiamos que estábamos en buenas manos, vimos la factura del mantenimiento y la demora.  Probablemente vimos, también, el trabajo acucioso de los técnicos y resistimos las incomodidades para que todo fuera para mejor. Observamos la preocupación de nuestros líderes que con seño fruncido tenían importantes reuniones con los de mantenimiento. Pero nada de ello resultó para mejor y, quiza lo anunciado, se precipitó en nuestro fin. ¿Habrá sido muy ambicioso pensar que, cómo peces tropicales, podríamos vivir a miles de kilómetros en un entorno de temperaturas bajo cero? ¿Sería esta baja temperatura, inusual para el diseño considerado de nuestro hogar,  la pequeña brizna de paja que quebró la espalda del camello? 

Cualquiera puede idear las fantasías más descabelladas y muchas de ellas se desarrollan y tienen presupuesto. No niego que la fantasía del AquaDom me lleva a pensar en The Line o en muchas de nuestras modernas y superpobladas ciudades ¿Cuan frágiles serán a algún evento imprevisto? ¿Es posible preveer aquellos eventos que determinarán su fin? 

Probablemente es la complejidad y su trama de  autodestrucción la que determina las derivas, no nuestros diseños y sus fantasías. 

Suerte para que no estés cuando tu acuario colapse.